Awakening

A poem

Photo by Dawid Zawiła on Unsplash

Despertar

Esta mañana desperté siendo agua.

El gato me mira y sabe:
algo está cambiando,
algo que tiene que ver con aceptar
que ser feliz
no es traición.
Es ofrenda que se hace
sin esperar nada a cambio.

Hay una luz que entra
que no es solo del sol—
es de todas las mañanas
que no pude ver
con los ojos cerrados de tanto llorar.

¿Sabes qué descubrí?
La esperanza no es virtud.
Es rebeldía.

Mi abuela decía
que cada día es un regalo mal envuelto:
papel roto, lazo enredado,
pero adentro siempre hay algo
que necesitábamos sin saberlo.

Hoy desenvolví esto:
mi corazón puede latir con gratitud
incluso cuando todo parece roto.

Me hago té.
Le pongo miel como oración.
Cada sorbo es un sí.

El cinismo es silla vieja
donde uno se hunde
hasta olvidar que tiene piernas.
Pero yo me levanto.
Camino hacia la ventana.

Los árboles siguen creciendo
a pesar de todo.
Los pájaros cantan canciones
que nadie les enseñó.

En algún lugar de mí
vive una niña
que todavía cree
en la magia de las 3 de la tarde,
cuando la luz cae oblicua
y todo puede empezar de nuevo.

Esa niña es más fuerte
que todos mis miedos.

Esta mañana desperté siendo agua.
El agua siempre encuentra su camino,
incluso a través de piedras.

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Awakening

This morning I woke up being water.

The cat looks at me and knows:
something is changing,
something that has to do with accepting
that being happy
is not betrayal.
It's offering made
without expecting anything back.

There's a light coming in
that's not just from the sun—
it's from all the mornings
I couldn't see
with eyes closed from so much crying.

You know what I discovered?
Hope is not virtue.
It's rebellion.

My grandmother said
each day is a badly wrapped gift:
torn paper, tangled ribbon,
but inside there's always something
we needed without knowing it.

Today I unwrapped this:
my heart can beat with gratitude
even when everything seems broken.

I make tea.
Add honey like prayer.
Each sip is a yes.

Cynicism is old chair
where you sink
until you forget you have legs.
But I stand up.
Walk to the window.

Trees keep growing
despite everything.
Birds sing songs
no one taught them.

Somewhere in me
lives a girl
who still believes
in the magic of 3 o'clock,
when light falls slanted
and everything can begin again.

That girl is stronger
than all my fears.

This morning I woke up being water.
Water always finds its way,
even through stones.